Terremoto en México.
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Iglesia advierte que sismo puede despertar "odio del pueblo" hacia autoridad

La Iglesia afirmó que el terremoto del pasado martes, de magnitud 7,1 en la escala de Richter, recordó que el ser humano es "frágil".

La Iglesia católica mexicana recordó hoy que si el Gobierno no atiende con celeridad las necesidades de la ciudadanía tras el potente terremoto del martes pasado, que suma ya 319 muertos, se despertará "el odio del pueblo".

De no actuar correctamente, las autoridades "despertarán el 'odium plebis', el odio del pueblo, que llevará a un deterioro mayor, al desprestigio, debilitamiento y rechazo de nuestros gobernantes, lo que ciertamente no será sano para la gobernabilidad ni la vida democrática del país", dijo la Arquidiócesis de México en un editorial publicado en el semanario Desde la Fe.

La Iglesia afirmó que el terremoto del pasado martes, de magnitud 7,1 en la escala de Richter, recordó que el ser humano es "frágil".

"Después de la conmoción, vino la reacción para entender la magnitud de los daños y, de nuevo, echar por delante las muestras conmovedoras de una sociedad civil generosa, dispuesta y entregada", afirmó el texto.

Además de la "heroica solidaridad" ciudadana, a diferencia del terremoto de 1985 que causó miles de muertos, esta vez las autoridades civiles "se hicieron presentes y trabajaron arduamente en pro de los damnificados".

No obstante, la sociedad espera que la tragedia sirva para "humanizar a la clase política", consideró la Iglesia.

En un México donde hay "excesos" del poder público y político, de corrupción y de "derroches escandalosos", la Iglesia recordó que el terremoto ha marcado un cambio entre la ciudadanía, concienciándola más.

"La tragedia sufrida y el dolor de millones de personas exige tener una respuesta concreta que se refleje en una adecuada reasignación del presupuesto, que quite privilegios, prebendas, lujos y excesos a la burocracia", consideró el artículo.

Estos cambios deben aplicarse al poder legislativo, ejecutivo y judicial, y de no llevarse a cabo, pueden despertar este "odio del pueblo".

"La sociedad civil ya cumplió de sobra con su solidaridad, generosidad y heroísmo a favor de los damnificados, ahora esa sociedad ejemplar exige a la clase política y gobernante que se muestren a la altura de este pueblo, heroico, noble y comprometido, renunciando a sus excesos y enfocando los recursos del pueblo", concluyó el editorial.

EFE

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